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Imagen Martha Lucía Hormaza Chamorro Tienda Surtihogar
“En mi negocio no hay jefe… somos una hermandad”

Nuestros Empresarios

Martha Lucía Hormaza Chamorro


Tienda Surtihogar M.H.
Calle 6 # 5-08
Pupiales

A veces uno piensa que cuando arranca con una idea de negocio, va a ganar y a ganar, pero eso puede que no sea así. Creo que por más dificultades que se presenten en el primer o segundo año, uno nunca debe rendirse antes de tiempo… siempre se debe perseverar.

Toca hacer cuentas para recordar cuánto costó empezar mi propio negocio… La verdad me había quedado sin trabajo y necesitaba hacer una apuesta rápida, una idea de negocio que le sirviera a la comunidad y con la cual pudiera convencer a familiares y personas allegadas de hacerme préstamos seguros. Fue así como nació hace más o menos unos doce años, una pequeña tienda que, al día de hoy, ofrece todo tipo de alimentos: mecato, enlatados, granos y abarrotes.

El primer año siempre fue difícil pero la constancia me ayudó a salir adelante y gracias a que conocí al Banco W, pude saldar deudas, lograr vivienda propia y continuar con mi anhelo de consolidar un granero aún más grande. A todos les digo “Una semilla no germina de la noche a la mañana para dar buen fruto”.

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“En mi negocio no hay jefe… somos una hermandad”

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Martha Lucía Hormaza Chamorro


Tienda Surtihogar M.H.
Calle 6 # 5-08
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A veces uno piensa que cuando arranca con una idea de negocio, va a ganar y a ganar, pero eso puede que no sea así. Creo que por más dificultades que se presenten en el primer o segundo año, uno nunca debe rendirse antes de tiempo… siempre se debe perseverar.

Toca hacer cuentas para recordar cuánto costó empezar mi propio negocio… La verdad me había quedado sin trabajo y necesitaba hacer una apuesta rápida, una idea de negocio que le sirviera a la comunidad y con la cual pudiera convencer a familiares y personas allegadas de hacerme préstamos seguros. Fue así como nació hace más o menos unos doce años, una pequeña tienda que, al día de hoy, ofrece todo tipo de alimentos: mecato, enlatados, granos y abarrotes.

El primer año siempre fue difícil pero la constancia me ayudó a salir adelante y gracias a que conocí al Banco W, pude saldar deudas, lograr vivienda propia y continuar con mi anhelo de consolidar un granero aún más grande. A todos les digo “Una semilla no germina de la noche a la mañana para dar buen fruto”.