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Últimamente está de moda hablar de la conciencia y cada vez más notamos que las personas se familiarizan con el tema. La conciencia hace que seamos dueños de nosotros y de nuestros actos, lo cual nos permite empoderarnos cada vez más de nuestro destino.
Cuando estamos en conciencia de nosotros mismos, actuamos con la convicción de ir en la dirección que queremos y aunque nos equivoquemos, tenemos siempre la oportunidad de analizar el error y aprender de él para continuar nuestro camino. Particularmente yo pienso que el ser conscientes de nosotros, nos permite estar a cargo y a la vez ser flexibles con nuestros planes, sin olvidarnos de nuestros sueños.
Ahora bien, la conciencia de sí mismo está relacionada con el trabajo personal que cada uno de nosotros hagamos, es decir, con esa capacidad de observarnos, conectarnos con nuestras emociones, caer y volver a levantarnos.
Generalmente nos cuesta mucho trabajo aceptar los errores o devolvernos cuando creemos que hemos resuelto algo, sin embargo, el error es parte fundamental de la vida y como escuché alguna vez, es la forma en la que el universo nos enseña.
He querido comenzar hablando sobre nuestro papel al ser conscientes de nosotros mismos, porque solo en la medida en que nos conectamos y hacemos todo lo posible por ser coherentes entre lo que pensamos y hacemos, es que podemos asumir la responsabilidad de nuestros actos y de su impacto en quienes nos rodean.
Si estuviéramos solos en el mundo seguramente otras cosas pasarían, pero no es así, somos seres sociales por naturaleza y estamos rodeados de otras personas que día a día viven el mismo proceso de toma de conciencia del que les hablo.
Es así, como cobra sentido el hecho de estar cada vez más conectados con nosotros sin perder de vista a quienes están a nuestro lado, ya que todo lo que hagamos impactará directamente nuestro alrededor.
Sin tomar posiciones políticas o religiosas particulares, vemos que nos vamos acomodando a diferentes posturas sociales de acuerdo con nuestras propias convicciones o creencias innegociables y es así, como empezamos a actuar de una u otra manera y vamos construyendo sociedad. Sin embargo, cuando solo nos dejamos llevar por la masa y actuamos automáticamente, o porque “en mi familia creemos en esto o aquello”, “mis conocidos dicen que debe ser así”, “mi pareja piensa que”, “mis hijos opinan que yo debo”, pues, es cuando nos desconectamos de esa conciencia personal y actuamos bajo las normas de otros. Ojo, no se trata de ir con o contra la corriente, se trata de escucharnos y asumir la responsabilidad de lo que decidimos creer y hacer.
Es aquí, donde cobra todo el sentido ser aún mas consientes, no para reprocharnos o juzgarnos a nosotros o a los demás, si no para caer en cuenta de que todo lo que hacemos causa un impacto en los demás y lleva a otros a tomar decisiones o a actuar de una u otra manera gracias a nuestra influencia.
Ayudar a los demás con amabilidad y buena actitud, impacta su vida positivamente. ?Dale play al video ▶️ y conoce más #BancoW
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