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“Nunca se debe perder la ilusión de salir adelante”

Nuestros Empresarios

Juan Gonzalo Cadavid Jiménez

Granja Coturnícola Villa Esperanza

Hace cuatros me inicié en el negocio de cría de codornices y comercialización de sus huevos, sin saber en qué me estaba metiendo, porque estaba comprando un terreno y el anterior dueño me convenció de seguir con el galpón que ya tenía. No puedo negar que el negocio es muy rentable, pero sí es importante ser perseverante y no desistir ante las adversidades que se presentan en el proceso de aprender a montar este tipo de empresa, que para nada es fácil.

Al principio fue difícil, se presentaban pérdidas y creía ciegamente en quienes me vendían jaulas, insumos, en fin, demasiado desconocimiento. De ahí entendí varias cosas: por ejemplo, no debía volver la plata de bolsillo, tocaba ver hasta cuántos animales podía manejar solo, tenía que reducir costos eliminando intermediarios, vivir en la propia granja, buscar clientes que se queden con uno y contar con aliados que, como el Banco W, le ayuden a uno a invertir en el momento en que se presenta una oportunidad para crecer.

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“Nunca se debe perder la ilusión de salir adelante”

Nuestros Empresarios

Juan Gonzalo Cadavid Jiménez

Granja Coturnícola Villa Esperanza

Hace cuatros me inicié en el negocio de cría de codornices y comercialización de sus huevos, sin saber en qué me estaba metiendo, porque estaba comprando un terreno y el anterior dueño me convenció de seguir con el galpón que ya tenía. No puedo negar que el negocio es muy rentable, pero sí es importante ser perseverante y no desistir ante las adversidades que se presentan en el proceso de aprender a montar este tipo de empresa, que para nada es fácil.

Al principio fue difícil, se presentaban pérdidas y creía ciegamente en quienes me vendían jaulas, insumos, en fin, demasiado desconocimiento. De ahí entendí varias cosas: por ejemplo, no debía volver la plata de bolsillo, tocaba ver hasta cuántos animales podía manejar solo, tenía que reducir costos eliminando intermediarios, vivir en la propia granja, buscar clientes que se queden con uno y contar con aliados que, como el Banco W, le ayuden a uno a invertir en el momento en que se presenta una oportunidad para crecer.