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Negocios

Las tendencias actuales del mercado han encontrado que el empaque puede constituir una estrategia fundamental para la venta de cualquier producto, no solo porque permite llegar al cliente en óptimas condiciones, sino porque es una poderosa herramienta de promoción.




Muchas veces, la primera impresión es lo que cuenta, y cuando se trata de vender alimentos, cosméticos o productos medicinales, que por lo general son líquidos o polvos carentes de atractivo, es el empaque el que finalmente logra la venta.

Más allá de contener, proteger, transportar, preservar e informar acerca del producto, el empaque brinda un valor agregado que puede convertirse en un factor diferencial. Por ejemplo: una botella de aceite con una boquilla dispensadora puede venderse más fácil que una botella que no dosifique y desperdicie.

El diseño del empaque es una tarea delicada que requiere tanto de creatividad como del cumplimiento de la normativa legal del sector y de un análisis de la relación costo-beneficio que tenga en cuenta las siguientes consideraciones:

  • 1. ¿Es funcional y cuenta con un embalaje para proteger y preservar el contenido?
  • 2. ¿Resulta atractivo en sus formas y colores para un público específico?
  • 3. ¿Se diferencia de otras marcas de productos y es fácilmente reconocible?
  • 4. ¿Contiene instrucciones o información útil que facilite la decisión de compra?

  • Un empaque de producto puede influir totalmente en la decisión de compra del consumidor, ya sea por su forma, sus colores o por sus diversas presentaciones.

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Las tendencias actuales del mercado han encontrado que el empaque puede constituir una estrategia fundamental para la venta de cualquier producto, no solo porque permite llegar al cliente en óptimas condiciones, sino porque es una poderosa herramienta de promoción.




Muchas veces, la primera impresión es lo que cuenta, y cuando se trata de vender alimentos, cosméticos o productos medicinales, que por lo general son líquidos o polvos carentes de atractivo, es el empaque el que finalmente logra la venta.

Más allá de contener, proteger, transportar, preservar e informar acerca del producto, el empaque brinda un valor agregado que puede convertirse en un factor diferencial. Por ejemplo: una botella de aceite con una boquilla dispensadora puede venderse más fácil que una botella que no dosifique y desperdicie.

El diseño del empaque es una tarea delicada que requiere tanto de creatividad como del cumplimiento de la normativa legal del sector y de un análisis de la relación costo-beneficio que tenga en cuenta las siguientes consideraciones:

  • 1. ¿Es funcional y cuenta con un embalaje para proteger y preservar el contenido?
  • 2. ¿Resulta atractivo en sus formas y colores para un público específico?
  • 3. ¿Se diferencia de otras marcas de productos y es fácilmente reconocible?
  • 4. ¿Contiene instrucciones o información útil que facilite la decisión de compra?

  • Un empaque de producto puede influir totalmente en la decisión de compra del consumidor, ya sea por su forma, sus colores o por sus diversas presentaciones.